Bastela de Pichón

La Pastela o Bastela o Pastilla es uno de los platos marrachíes más exquisitos que se pueden comer. En cada bocado se funden los sabores de una cocina elaborada sin prisas, donde la tradición milenaria del uso de las especias se hace imperante y juegan a descubrirse en su sabor, la sensualidad del aroma floral del azahar inundan la garganta y todo envuelto en una exquisita y delicada masa como si de un fino velo se tratara.

Tuve la oportunidad de comerla en Marraquech , para mi gusto superior y además de una gran versatilidad; ya que podemos encontrarla rellena de carne o pescado al igual que las mágicas pastelas dulces. La pastela de pichón es la más consumida y tradicional.

Con esta fantástica propuesta de la cocina Marrachí nos reta Whole Kitchen para este mes de Junio en su prouesta salada.

Espero que os guste mi aportación al círculo y no os recomiendo que la hagáis os lo pido por favor porque de lo contrario os estais perdiendo un festival de sabores , texturas y  fragancias difíciles de encontrar.

Ingredientes y elaboración:

• 3 hojas de pasta filo
• 200 grs de carne de pichón
• 4 huevos
• 3 cebollas
• 150 gr de almendras laminadas
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 1 cucharadita de agua de azahar
• 2 vasos de fondo de ave
• 200 ml de aceite de oliva
• Ras el hanout
• Jengibre en polvo
• Cilantro y perejil
• Azafrán
• 1 cucharada de azúcar
• Azúcar glass
• Sal
• Pimienta
• Smen o mantequilla

SMEN: el Smen es una mantequilla clarificada que usan los marroquíes para cocinar y bueno si no la encuentras pues se usa mantequilla de la nuestra.

RAS EL HANOUT: es una mezcla de diferentes especias en polvo y puede llegar a tener hasta 50 tipos de especias distintas mezcladas.

En caso de no tener el Ras en los súper venden unos botes de distintas especias morunas ya mezcladas que tienen buena pinta.

Ponemos todas las especias en una fuento honda ( sal, pimienta, jengibre, canela, azafrán, ras el hanout) no indico cantidades  y hacedlo siguiendo vuestra intuicíon a los sabores que más os gustan y teniendo cuidado que no le resten el lugar unas a otras.

En este bol metemos la carne de pichón y la embadurnamos bien por todos los lados que se le quede bien impregnada. La dejamos así aproximadamente 1 hora.

A continuación ponemos una cacerola a la que agregamos 2 cdas de mantequilla, la fudimos y en ella doramos el pichón bien por todos los lados. Yo a esto le he añadido las especias en polvo que he usado para untar la carne ( opcional).

Agregamos a la cazuela las cebollas troceadas, los 2 vasos de fondo de ave y el perejil y cilantro. Lo cocemos todo a fuego lento hasta que la carne esté tierna ( 1 hora aprox.)

Una vez esté tierna la carne sacamos el pichón y lo desmenuzamos y deshuesamos quedando desmigada la carne.

Si la salsa de la cocción ha quedado un poco suelta dejamos que reduzca, una vez agregemos los huevos ésta tiene que quedar consistente que no se esparrame. Agregamos los huevos y con una espátula damos vueltas hasta que estos cuajen ligeramente y quede una salsa jugosa pero consistente.

En uan sartén doramos las almendras laminadas junto con las dos cucharadas de azúcar , la de agua de azahar, la de canela y removemos hasta que caramelicen.

En un molde de paredes bajas (quiche) ponemos una base de masa filo y ajustamos con cuidado, sobre esta cubrimos con otra hoja de masa y a continuación extendemos la carne y la cubrimos con la salsa de huevo y sobre esta salsa napamos con las almendras caramelizadas. Finalmente cubrimos con una última hoja de pasta filo.

LLevamos a horno precalentado a 180ºC durante 20 min aproximadamente.

A mi me encanta templada no muy caliente, dejando que sus sabores se atemperen.

Correteando en un laberinto de imposibles callejuelas, dejando un rastro a aroma de jazmín.