En la publicación de esta semana además de dejaros una fantástica receta de rosquillas caseras , es para agradecer la amabilidad y la gentilieza de la Señora que me la ha dado.
A esta señora no la conozco personalmente, y por eso no doy su nombre. Es muy gratificnate encontrar a personas como ella, que me ha dedicado unos minutos de su tiempo en hablar conmigo por teléfono y contarme cuales son algunas de sus recetas. De una forma tan natural y tan sencilla, sobre todo; cuando nosotros mismos en muchas ocasiones, no encontramos tiempo para hacer esa llamada que lleva esperando días e incluso semanas.................por no decir meses.
Esta receta queda recogida en mi libro de cocina, el cual, no consta de muchas páginas para poder escribir a mano mis platos y postres preferidos. Por eso, tengo que pensar bien cuales son las que quiero que estén escritas en ese precioso libro. De muchas recetas de rosquillas que he probado pues , esta es una de las mejores junto a otra muy buena que tengo.
Pues aquí os dejo esta fantástica receta de rosquillas que saben a gloria. Dicho textualmente por mi suegro cuando las comió la otra tarde: "me recuerdan a las que me hacía mi madre".
Ingredientes y elaboración:
En un bol amplio montamos las claras a punto de nieve y una vez montadas le agregamos las yemas batidas, el azúcar, el aceite sin la peladura de naranja, el zumo de naranda y la ralladura de limón. Lo mezclamos todo bien, no pasa nada que las claras pierdan su volúmen.
Yo antes de empezar a añadir la harina, la he mezclado con los tres sobres de levadura.
A la mezcla anterior vamos agregando poco a poco la harina hasta que obtengamos una masa firme, blandita y elástica. No es necesario amasarla en exceso, y si tenemos tiempo la dejamos reposar un ratito {30 min} aunque no es fundamental.
Ponemos abundante aceite en un perol y lo dejamos que se caliente.Creo que el punto de calor del aceite es fundamental para que las rosquillas se hagan bien por dentro. Por eso, tendremos que estar regulando la temperartura mientras que las freímos.
Vamos cogiendo porciones de masa y haciendo las rosquillas que iremos friendo. Yo no pongo muchas de golpe para que el calor se reparta mejor y no se peguen entre ellas. Cuando estén doraditas las sacamos y dejamos que escurran el aceite. Después las vamos pasando por azúcar y listas para comer.
A esta señora no la conozco personalmente, y por eso no doy su nombre. Es muy gratificnate encontrar a personas como ella, que me ha dedicado unos minutos de su tiempo en hablar conmigo por teléfono y contarme cuales son algunas de sus recetas. De una forma tan natural y tan sencilla, sobre todo; cuando nosotros mismos en muchas ocasiones, no encontramos tiempo para hacer esa llamada que lleva esperando días e incluso semanas.................por no decir meses.
Esta receta queda recogida en mi libro de cocina, el cual, no consta de muchas páginas para poder escribir a mano mis platos y postres preferidos. Por eso, tengo que pensar bien cuales son las que quiero que estén escritas en ese precioso libro. De muchas recetas de rosquillas que he probado pues , esta es una de las mejores junto a otra muy buena que tengo.
Pues aquí os dejo esta fantástica receta de rosquillas que saben a gloria. Dicho textualmente por mi suegro cuando las comió la otra tarde: "me recuerdan a las que me hacía mi madre".
Ingredientes y elaboración:
- 3 huevos
- 1 vaso de zumo de naranja {tamaño un vaso de los de agua}
- 1 vaso de aceite de semilla {usa el mismo vaso}
- 1 vaso de azúcar {usa el mismo vaso}
- 3 sobres de levadura
- ralladura de un limón
- 1 kg de harina común
En un bol amplio montamos las claras a punto de nieve y una vez montadas le agregamos las yemas batidas, el azúcar, el aceite sin la peladura de naranja, el zumo de naranda y la ralladura de limón. Lo mezclamos todo bien, no pasa nada que las claras pierdan su volúmen.
Yo antes de empezar a añadir la harina, la he mezclado con los tres sobres de levadura.
A la mezcla anterior vamos agregando poco a poco la harina hasta que obtengamos una masa firme, blandita y elástica. No es necesario amasarla en exceso, y si tenemos tiempo la dejamos reposar un ratito {30 min} aunque no es fundamental.
Ponemos abundante aceite en un perol y lo dejamos que se caliente.Creo que el punto de calor del aceite es fundamental para que las rosquillas se hagan bien por dentro. Por eso, tendremos que estar regulando la temperartura mientras que las freímos.
Vamos cogiendo porciones de masa y haciendo las rosquillas que iremos friendo. Yo no pongo muchas de golpe para que el calor se reparta mejor y no se peguen entre ellas. Cuando estén doraditas las sacamos y dejamos que escurran el aceite. Después las vamos pasando por azúcar y listas para comer.
3 comentarios:
Se ven deliciosas estas rosquillas y muy sencillas.Besosss
que historia tan bonita! y es que hay recetas que llegan casi sin saberlo pero era el destino que probasemos. besos
Hola María, me encantan estas rosquillas, yo las suelo hacer bastante.
besos,
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