PANNA COTTA DE QUESO CON FRUTOS ROJOS

Os deseo a todos un Feliz Año 2011. Ante todo, es importante comenzar el año dando gracias por estar en la vida y con independencia de como haya sido el año recientemente perdido dejarlo donde está porque con lo bueno y con lo malo jamás volverá.

Debemos ser lo suficientemente inteligentes y agradecidos para  aprender de lo bueno que nos ha sucedido y  poder sacar el aspecto positivo y la lección de lo que nos gustaría olvidar.

En este año que comienza espero que todos podamos llevar a cabo nuestros nuevos proyectos y própositos y que esas maletas que llevamos cargadas de ilusiones y de sueños se cumplan, que la tolerancia y el respeto hacia los demás nos demuestren que somos una sociedad libre y democrática y  no olvidemos que tenemos la obligación para con nosotros de encontrar la verdad que es la única que nos hará libres y la que permitirá afianzar los cimientos de nuestros hijos.

Creo que es inútil manifestarnos en contra de la guerra pero es sumamente valioso manifestarnos por la paz, que intentar con  desesperación huir de algo lo único que consguiremos será acercarlo más e intentando destruir lo que no queremos lo que hacemos es darle más fuerza para seguir.Lo que es realmente importante y lo que para mi vale es construir con firmeza y con certeza aquello que realmente queremos tener en nuestra vida con la ilusión, la constancia y el trabajo del día a día y sabiendo que lo que hacemos hoy determinará de alguna forma nuestro mañana.

Sería fantástico y no una utopía que todos los que pasan hambre tengan la primera necesidad cubierta.Lo pienso muchas veces , que el planeta es tan grande y tan lleno de recursos que bien administrados podrían darnos alimentos a todos; esto si es una utopía. El mundo y la sociedad está tan industrializada y el ser humano le ha robado tanto a la tierra que para que existan megápolis de ciudades sin nombres se hace necesario que existan lugares devastados por el hambre y la miseria donde hay pequeñas bocas que lloran su ración y que no se nos olvide que en cualquier lugar del planeta todas somos madres y todas sentimos ese amor profundo por un hijo y debe ser desgarrador ver que un hijo llora de hambre.

Estas son simplemente algunas de mis reflexiones y las tengo presentes siempre. No pretendo nada con ellas simplemente  hoy me las he dicho en voz alta.

La primera receta de este año es dulce, cremosa, aterciopelada y resulta sencilla de elaborar es incluso apta para niños y además barata.

He optado por una panna cotta de queso mascarpone con frutos rojos.

INGREDIENTES Y ELABORACIÓN

• 1 l. de nata 35% materia grasa
• 500 ml de leche entera
• 200 gr de azúcar
• 250 gr de queso mascarpone
• 20 gr de gelatina
• 250 gr de fresas en almíbar
• 200 gr de moras negras
• 200 gr de arándanos rojos

En una olla ponemos la nata junto con la leche y la llevamos al fuego hasta que hierva. Llegado a este punto bajamos el fuego y añadimos el azúcar y el queso hasta que quede todo bien disuelto.Retiramos del fuego

Añadimos la gelatina bien escurrida que la habremos tenido en agua para hidratarla.

Vamos añadiendo la panna cotta bien en moldes individuales o en un molde grande, según el uso que queramos darle.

La he dejado enfriar un poco a temperatura ambiente antes
de meterla en la nevera, en el frío debe estar un mínimo de 4 horas.Yo la preparé el día antes y es conveniente ponerle un film en contacto para que no se le forme una fina costra algo durilla.

Al día siguiente la desmoldé y la decoré con las fresas en almíbar trituradas en forma de salsa y encima le puse las moras y los arándanos.

Me pareció una buena idea ponerle frutas frescas dulces como las fresas y las moras y un poco ácidas como los arándanos que rompen la cremosidad y densidad de la panna cotta.

Ha quedado deliciosa y en casa ha sido un éxito. De las fotos que le he hecho en ninguan os muestro el corte limpio y cremoso que tenía porque se las hice antes de llevarla a la comida de Año Nuevo en casa de mi madre y me apetecía que la vieran enterita y además estaba muy bonita de un color rojo vivo que contrastaba de maravilla con el blanco de la panna cotta.