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miércoles, 7 de mayo de 2014

Lomo de cerdo al vino

No me extiendo demasiado que ya es tarde o por lo menos para mí. Además hay una personita esperándome para que la achuche hasta que el sueño en un nano segundo la invade transportándola a sueños de hadas y princesas. Tengo que admitir,  que es una asignatura pendiente la que tengo con Jimena y el momento de irse a la cama. Me se todas las teorías y opiniones de amigas, familiares, libros, revistas etc.......todos me dicen que la niña tiene que irse a su cama desde el primer momento y dormirse sola; y se que lo correcto es eso. Pero ella sólo quiere que la achuche hasta que le llega el sueño, sólo quiere que le haga cosquillitas en la espalda y en la barriguita, sólo quiere que le susurre bajito al oído  lo preciosa que es y cuanto la amo, sólo quiere que le cuente un cuento de estrellas y planetas, ella sólo quiere eso.

La receta de hoy es rápida, fácil, bien sabrosa y a mi chico le ha encantado. Yo;  como ya sabeis casi todos no como carne, pero os aseguro que la salsa estaba  alucinante y por la valoración de Miguel la carne estaba muy buena también.

Ingredientes y elaboración:

  • 600 gr de lomo de cerdo {blanco o ibérico}
  • 1 vaso de vino tinto de una calidad aceptable
  • 100 gr de ciruelas pasas deshuesadas
  • 1 dl de nata líquida para cocinar
  • 2 cucharadas de mermelada de fresa o grosella
  • Harina
  • Aceite de Oliva
  • Pimienta y sal
Ponemos las ciruelas en un cazo con el vaso de vino tinto y dejamos macerarlas durante una hora. Una vez transcurrido este tiempo las llevamos a ebullición y cuando comienzan a bullir las ponemos a fuego lento durante 15 minutos. Una vez estén las apartamos del fuego y reservamos


Mientras las ciruelas se están macerando, vamos limpiado la carne de posibles hebras y  restos de grasa. La lavamos y cortamos en trozos generosos. La salpimentamos y vamos pasando los trozos ligeramente por harina.


Calentamos un par de cucharadas de aceite de oliva en una cazuela y rehogamos bien los dados de carne durante 10 min., removiendo con una cuchara de madera para que se doren bien todos los lados.

Una vez dorada la carne, añadimos las ciruelas con el vino, subimos el fuego y cocemos  durante 4 min aprox.  para que se reduzca un poco el vino. Transcurridos estos 4 min añadimos la mermelada y la nata, y proseguimos la cocción durante 10 min más, a fuego lento y sin dejar de remover. Ajustamos el punto de sal si es necesario, y servimos el plato en seguida bien calentito.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Pechugas de pollo al limón

Ante todo quiero darle las gracias a Ana del maravilloso y solidario blog cocina creativa con amor por compartir conmigo un premio que le han otorgado a ella. Gracias Ana y yo lo comparto con todos vosotros que compartís un ratitio conmigo y venís a visitarme.

Pero sobre todo quiero darle las gracias por hacernos partícipes de ese solidario proyecto que inició hace varios meses del bacata  de la esperanza. Hemos sido muchísimos los que hemos querido contrubuir a esta causa y los que aún quedan. Por favor pasaros por el blog de Ana y vereis la entrada tan preciosa que le ha dedicado a Cefe y a todos nosotros, me alegro tantísimo de haber participado y de haber podido sacar una sonrisa tan preciosa como tiene este chico,  que ya lo vereis en el blog de Ana.

Os enseño el premio que me regala Ana, un besote hermosa mujer.


La receta que os traigo hoy es sencilla pero como siempre procuro que sea sabrosa, apetecible de comer y de preparar a primera vista.

De ingredientes como yo los llamo de andar por casa y que todos afortunadamente tenemos en nuestras neveras.

El resultado es estupendo y tenemos un magnífico plato lleno de suculentos sabores para ofrecer al mediodía en casa. Creo que es  importante para los que llegan a casa después de todo el día trabajando fuera , encontrarse con esas pequeñas- grandes muestras de amor, como es el saber que hay alguien que durante un rato se acuerda de ellos y dedica su tiempo en preparar con amor aunque sea una sencilla comida.

Ingredientes y elaboración:
  • 4 pechugas de pollo
  • 2 limones
  • 120 g de baicon en lonchas finitas
  • 2 ramitas de romero
  • 1/2 vaso de caldo
  • 1/2 vaso de nata líquida
  • Un chorrito de miel (opcional)
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta


Lavamos y pelamos en rodajas finitas los limones y los colocamos sobre una fuente para horno, el limón al estar durante este periodo de tiempo puede amargar un poco , a mi no me importa pero para los que no les agrade es recomendable pelarlos.  Es opcional regar con un  hilo de miel las rodajas de limón antes de poner las pechugas. A mi como me encantan los sabores agridulces se lo he puesto.

Cortamos las pechugas de pollo por la mitad y cada mitad en dos ó tres tiras. Cada una de estas tiras la envolvemos en bacon formando un rollo.



Separamos las hojitas de romero y las ponemos sobre las rodajas de limón, encima de esto colocamos los rollitos de pechuga. Salpimentamos y rociamos con el aceite. Introducimos en el horno durante 30 min a 200ºC.



A la mitad de la cocción regamos con el caldo, tenemos que dejar que el bacon coja color y se ponga ligeramente crujientito.



En los últimos 5 min añadimos la nata y finalizada la cocción servimos bien calentitas estas jugositas pechugas llenas de sabor.


miércoles, 9 de marzo de 2011

Ensalada de chorizo con pastelitos de perejil y patata

Con el tiempo justo de cocinar algo sabroso y original para la presentación de hoy, hemos estado varios días fuera y regresamos anoche. Tenía preparada la receta del rabo de ternera para sólo tener que publicarla pero para hoy no tenía nada pensado.

De todas formas siempre surge algo y hay muchas recetas que ronean en la mente para hacerlas desde hace tiempo pero en el último momento llega otra que se coloca en primer lugar, dejando a estas en el rincón olividado de la memoria.

Hoy,  de este rincón he sacado estas dos recetas que llevan tiempo esperando para salir a la luz. La sabrosísima ensalada de chorizo crujiente con tomates kumato y cherry es del libro de Jamie Olivier y los pastelitos de perejil y patatas es del libro de Dan Lepard "hecho a mano". Este pastel se trata de un scone de patata, cocinado en sartén a fuego suave. He pensado que ambas en una misma comida debían resultar extraordianarias, y asi ha sido.

La ensalada fresca con el chorizito crujiente combinado con los pastelitos calentitos y un poco de queso de cabra ha sido estupenda la comida y además rápida de preparar. El pastel de patata se hace más rápido que una tortilla y probamos cosas nuevas y originales.

Espero que os guste y os dejo sin más con las recetas.

Para la ensalda de chorizo: las cantidades las adaptais al número de comensales.
  • 4 tomates kumato (pueden ser otro tipo)
  • 300 gr de tomatitos cherry
  • 1 ó 2 cebolletas frescas
  • Una rueda de chorizo rojo, intentando que sea buenecito
  • 2 dientes de ajo en láminas
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Unas ramitas de perijil
  • Vinagre de Jerez

En una sartén con un chorrito de aceite sofreimos el chorizo cortado en rodajitas finas y cuando empieze a estar crujientito y desprenda su delicioso aroma le añadimos las lamintas de ajo para que simplemente se doren ligeramente. En este momento retiramos del fuego y lo chorreamos con un pelín de vinagre de Jerez para que corte la cocción. Reservamos.

Cortamos los tomates bien lavados en cuartos los grandes y los cherry por la mitad y los ponemos en una ensaladera. Cortamos la cebolleta en rodajas muy finas y lo añadimos también junto con las hojas de perejil picaditas. Lo salpimentamos, lo rocíamos con acetie de oliva virgen extra y un chorro de vinagre de Jerez.Lo mezclamos todo bien.

A esta ensalada le añadimos el chorizo frito con los ajitos llevándonos un pelín del aceite donde lo hemos frito.


Queda sensacional con unos deliciosos sabores.

Para los pastelitos de perejil y patatas.
  • 125 gr de harina floja o de repostería
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1/2 cucharadita de sal marina fina
  • 60 g de mantequilla pomada
  • 250 g de patatas cocidas hecha puré
  • 1 huevo
  • 100 ml de leche a 20ºC
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • Aceite o manteca
Mezclamos en un bol grande  la harina con el bicarbonato y la sal.Incorporamos la mantequilla frotando bien hasta que no queden grumos.


En otro bol, mezclamos las patatas hechas puré con el huevo, e incorporamos la leche y el perejil.Mezclamos esta pasta con los ingredientes secos hasta que se amalgamen por completo y quede una masa homegénea y pegajosa ( se le puede pasar la batidora).

Vertemos una cucharada de aceite en una sartén grande( es aconsejable que tenga una tapa que ajuste bien), y nos aseguramos que el aceite cubra bien el fondo de la sartén.Ponemos la sartén al fuego moderado y colocamos la masa dentro, alisándola con una espátula. Dejamos que se haga durante 4-5 min, mejor con la tapa puesta. Es importante que el fuego esté suave, ya que lo que pretendemos es que la harina cueza. Después de 5 min la base tendría que estar crujiente y de color marrón claro. Os aseguro que queda así.

Untamos con bastante aceite un plato llano, lo colocamos sobre la sartén y, con la ayuda de un trapo le damos la vuelta igual que una tortilla para que se haga del otro lado durante otros 4-5 min.

Para servirlo lo cortamos en triángulos.


Me han sorprendido gratísimamente el resultado de estos pastelitos.

Una comida sencilla donde la originalidad cobra su hueco y es que, hay veces que tenemos que salir de la monotonía que tenemos de preparar las comidas casi siempre de la misma forma. Además está llena de sensacionales sabores.

lunes, 7 de marzo de 2011

Rabo de ternera desmigado en paquetitos de ibérico y setas chopo

Mi abuelo era Portugués;  exactamente oriundo de un pequeñísimo pueblo de la zona del alentejo llamado Sauçel. El hombre nació allá en los primeros años de principios del S.XX pudiendo tener ahora si viviera sus 100 años. De todas formas hace escasos años que murió con sus 90 y muy largos años.

Siendo casi un niño cruzó la frontera portuguesa  descalzo,  llegando a la ciudad de Badajoz para comenzar una nueva vida y donde esperaba que la forutna le sonriera. Después de los años se demostró que es lo mejor que hizo en su vida.

Sus comienzos fueron de aprendiz en las carnicerias de la ciudad, hasta que pudo poner su propio despacho de carne; si,  mi abuelo era carnicero  y hasta su muerte todo el mundo lo conocíó como el portugués. Era un tipo alto, de estos hombres bien plantaos y dice mi madre que en aquella época era centro de miradas.

Tenía el despacho contiguo a la casa,  haciendo esquina con la antiquísima calle Sto Domingo que era el centro da la ciudad en aquella época y casco histórico actualmente. Vivió allí durante toda la vida con mi abuela y es allí donde nació mi madre unos meses antes de que estallase la Guerra Civil Española. Contaba mi abuela , que metía a mi madre en un capazo de mimbre y la colocaba en el suelo;  al lado del mostrador de carne fresca que ella misma  regentaba  en la plaza chica del mercado de abastos. Eran tiempos difíciles pero a ellos los negocios les marchaban muy bien aunque con muchísimo trabajo según contaban mis abuelos.

Al principio mi abuelo iba a Olivenza  en bicicleta salvando casi 30 km ida y otros mismos vuelta para comprar su ganado, hasta que llegó a ir en coche con chófer. En casa de mi madre afortunadamente jamás les falto nada y comían todo tipo de carnes frescas, cocinadas por mi abuela que era;  según cuentan una gran cocinera

Mi madre aprendío las artes de la cocina por su madre, continuando su ejemplo y  siendo transmitido a su vez  hacia mis hermanas y a mi.

 Desde hace más de 70 años se ha cocinado por mi abuela, por mi  madre y ahora por mi, géneros que durante muchísimos años han estado callados hasta que,  las cocinas de grandes restaurantes y sus maravillosos chefs los han sacado del olvido y les han dado el lugar que siempre han tenido pero que tantos se han perdido. En aquella época,  porque había muchas estrechezes y después había partes de los animales que  se infravaloraron por condicionamientos sociales entre otros aspectos.Otro ejemplo es el pan de centeno que se  reservaba para la servidumbre y para  los que no podían pagar una hogaza de pan blanco, y con el paso del tiempo volvemos a reclamar ese delcioso pan de centeno mucho más sano que el blanco.

El rabo de ternera es uno de estos géneros, antes en las carnicerías  se regalaban porque nadie los querían y actualmente tienen un precio considerable, e incluso tampoco es algo que tengan todos los despachos de carne. Cuando mi abuelo cerró el suyo. mi madre los tenía que pedir por encargo.

El rabo de ternera tiene una carne que bien cocinada resulta exquisita para los paladares más suculentos.

La receta que os presento hoy es un clásico de la casa de  mi madre, lo único que he variado es su presentación.

Espero que os guste este sabrosísimo plato de sabores profundos.

Ingredientes y elaboración:


Para 4 personas.Salen 8 paquetitos que con 2 por persona está bastante bien.
  • Un rabo de ternera de 1,5 Kg
  • 4 ó 5 chalotas moradas
  • 3 ó 4 zanahorias
  • 16 lonchas de jamón ibérico( recomiendo que lo compreis cortado a máquina muy finito, saldrá la loncha entera y del tamaño adecuado).
  • 250 g de setas chopo u otro tipo.
  • 2 hojitas de laurel
  • Un puñadito de granos de pimienta negra
  • 2 vasos de vino tinto bueno
  • 1l de caldo de carne o agua
  • Harina
  • Sal
  • Pimienta negra

Limpiamos y troceamos en rodajas finas las chalotas y las zanahorias, las ponemos en la olla exprés con un chorrito pequeño de aceite de oliva junto con las hojitas de laurel y la pimienta negra en grano ( recomiendo que los granos los metamos en un atillo) para que cuando pasemos la salsa no tengamos que estar quitando bolita a bolita, y dejamos que se poche sin dorarse,

Mientras esto se pocha, salpimentamos los trozos de rabo y lo enharinamos ligeramente para sellarlo superficialmente en una sartén con un chorrito de aceite. Cuando veamos que la superficie se dora los vamos retirando y reservando.


Una vez pochadas las verduritas añadimos los medallones de carne y cubrimos con el vino y el agua o caldo.Yo lo he cubierto con agua siendo el resultado una maravilla.Salmos ligeramente ¡cuidado en este plato con la sal!, luego el jamón tiene que aportar su parte.

Cerramos la olla y yo con la mía que es una expres normal  lo he tenido durante 50 min, la carne tiene que desprenderse del hueso sin necesidad de cortarla; simplemente arrastrando con un tenedor debe ser suficiente. Además es asi como esta carne va a ofrecer todo el esplendor de su gelatinosidad que la hace característica e inconfundible. Si la olla no es la misma es mejor dejarla 20 ó 25 min y comprobar su punto para ampliar o finalizar su cocción.

Una vez lista la carne, sacamos los trozos de la olla y los reservamos en un fuente hasta que entibien. Una vez tibios vamos desprendiendo la carne del hueso y este lo tiramos. Cuando tengamos desbrozados todos los pedazos, desmigamos  la carne y la reservamos.



Comenzamos a elaborar los paquetitos, poniendo una loncha de jamón verticalmente y encima  de esta ponemos otra horizontalmente. En el centro colocamos un montoncito de la carne que quede apretadita, cerramos como un paquete con los 4 extremos.

Cuando los tengamos todos reservamos hasta que tengamos la salsa.
Preparamos la salsa colando todo el caldo de la cocción que habrá quedado ya ligadito y con cuerpo, la gelatina de la carne y el enharinado inicial para sellar los medallones ha aportado textura y cuerpo a la salsa. Retiamos el laurel y el atillo de granos de pimienta y con el brazo del mortero pasamos las chalotas y las zanahorias, lo que queda mas grueso en el colador lo deshechamos ( si quereis con el chino o la batidora también queda bien). Ponemos  la salsa a fuego medio-alto para que reduzca, si veis que tiene poco cuerpo para vuestro gusto podeis disolver una cucharadita de harina en agua calietne y lo verteis en al salsa.A mi me gusta que quede con cuerpo.

En el último minuto poneis con cuidado los paquetitos en la salsa  y pasado este minuto apagais y retirais. Yo no recomiendo dejarlo más tiempo porque si no el jamón se pondrá demasiado duro y soltará demasiada sal. Tiene que quedar en su punto.


Servimos bien calentitos con las setas chopo salteaditas simplemente en  un chorrito de acetie de oliva.

Es realmente extraordinario el resultado, un plato tradicional con un toque y un emplatado diferentes que lo acerca a la cocina moderna.